27.3.09

Amigas.

Aniko y Libe unidas en un fuerte abrazo que expresa TODO ¿o no?


Más y más.

Gala, de 2 años y 10 meses, después de hacer lo segundo me llamó y me pidió lo siguiente: "mamá: ¿apagás la caca?".

"mamá: ¿en esta vida hay gente buena y gente mala?" Libe(5)

Pato de 6 años, estaba en la playa muy tranquilo con sus padres y su hermana (yo) cuando de repente empezó a escuchar que la gente, cual efecto dominó, empezaba a aplaudir...entonces le preguntó a su mamá: _"¿por qué aplauden todos mamá?"_"porque se perdio un nene"_"¡hay qué malos! ¿están contentos porque se perdió un nene?_


23.3.09

Amor Pasajero.



El se paró en la reja de la ventana, la miró y quiso entonar, mas le salió un gorjeo bajito, cálido, como cuando habla con las flores.

Ella lo miraba desde las tejas rojas del techo. Lo escuchó, entonces se dejó caer abriendo las alas y con sólo un par de batidos llegó muy cerca, cerquísimo y cuando parecía que iba a estrellarse, levantó la cabeza y se estiró lo más que pudo, fuerte aleteó y desplegó todas las plumas de la cola para acariciarle el pecho y la mirada. Voló.

El la alcanzó, juntos, panza con panza, uno sobre otro, él detrás, se mimaron todo el vuelo; escalaron en la rama del Paraíso, se miraron, él le acarició la cabeza con su cresta, se volvieron a mirar y se dieron un pico.

Se fueron cantando hacia el cielo, hasta que los perdí de vista.



Pitu.

19.3.09

Basta de esto:

"¿¿Comiste toda la comida??"
"portate bien"
"¿cómo te llamás?¿cuántos años tenés?"
"¿hiciste la tarea?"
"¿ayudaste a mamá?"
"bajáte de ahí que te podés caer mi amor"
"hay que compartir"
"no me saludaste!"
"qué hermosa!!"
"te parecés a una princesa"
"¿tu papá está trabajando?"
"se dice c-u-a-trrrro...no cuato"
"tomá un caramelo!!¿cómo que no te gustan?¿y qué m... te gusta?"
"¿no te peinó mamá hoy?"
"¿ qué hace esa nena grande en la teta de su mamá?"
" ¿quieren ver dibujitos en la tele?¡dejálas que vean pobres chicas!!"
"no nos interrumpas que estamos hablando"
"cuando yo me vaya hablás tranquila con tu mamá"
"¿cómo descalza?¿no tenés frío?"
"hay! qué feo...una nena en bombacha!"
"¿qué le pedíste a papá noel?"
y el INFALTABLE: "muy bien".

Estas son algunas de las fraces que recuerdo que escucharon mis hijas de otras personas en su corta edad (más nuestro imperativo castellano rioplatense que suena a reto siempre y el efecto que nos produce el hecho de que una persona que no nos conoce, que no es de nuestra familia nos "hable así").

Saber o no saber...esa es la cuestión.

Mis hijas no saben lo que es "ir a comer afuera", por esa expresión entienden "sacar la mesa al patio". Tampoco saben de no interrumpir mientras los grandes hablan (aunque podrían ), saludar porque "hay" que hacerlo, el significado de sacar la lengua, no hablar con desconocidos. Mi perra no entiende lo que es "¡cúcha!"(o nos viene engañando hace diez años). Mi hija Libe una vez me preguntó por qué una mamá le puso la mano en su mejilla a su hijo (le había pegado) ... tampoco entiende por qué gritamos y le hablamos MAL y nos pide y muestra otra forma de hacerlo. Mi alma no sabe lo que es sufrir por amor. El alma de pitu es experta en convertir la ausencia en amor. Gala con sus casi tres años es la persona que conozco más entregada al abrazo. Los ajos de Iris no saben mentir, saltan de felicidad cuando ve a sus hermanas. Sabemos cuales son nuestros errores, el origen y la solución, pero sabemos que todo lleva un tiempo de maduración para que se pueda caer del árbol. Sabemos que nuestras hijas son nuestras maestras, que todos los niños del mundo son nuestros hijos. No sabemos no meternos, no opinar, no involucrarnos. Sabemos lo que es gritar por el dolor de un niño. Sabemos que sabremos más, que soñaremos más y amaremos más con cada amanecer. Que adoramos empezar cada día con la única certeza de que somos una familia caminando.


13.3.09

y si no es así ¿cómo ES?

Tamara tenía 6 años. Vino a casa a jugar (yo tenía 20, obvio) y con unos pinceles hizo unas obras maravillosas para regalarme a mí. Las dejamos secar al sol y nos pusimos a bailar. Tiempo más tarde la vino a buscar su mamá y se fue (mi "cabeza de novia" hizo que me olvidara las pinturas... a la intemperie... y llovió). Al día siguiente vino nuevamente, jugamos en el patio y de repente siento que Tami exclama con los dibujos en la mano: -"¿¡quién usó mis dibujos mojados!??"-.


Mi hija Libe miraba muy atenta en el patio a su alrededor... las casas, los fondos, los techos... de repente me preguntó con gran preocupación: -"¿mamá: quién hizo toda la ciudad?"-


Conversábamos acerca de estar embarazada y ser madre, sentir "pataditas" y esas cositas tan lindas de trasmitir... entonces Libe estába fascinada ( se que me entusiasma EL TEMA) y me preguntó: -"mamá : cuando yo sea grande ¿me vas a dejar tener bebés?"-


Mientras Libe estaba en el baño, sentada en el inodoro...
-¡¡¡ Mamá, mamá !!! en el bidet hay una araña bebé gateando !!!


Estábamos cantando canciones, la letra decía:..."lloré, lloré, lo siento"...y Gala cantó: "lloré, lloré, perdón".

Recibo con mucho entusiasmo anécdotas amigas!


11.3.09

Niños Libres I

10.3.09

Martes mudo.

9.3.09

Lectura a libre demanda.

El Tío Pato interrumpido en su programa de tv diario por las niñas para que les lea un cuento


La verdad es que me sentí tan alentada por Paloma cuando escribe (y muestra, describe, estimula, genera, desarrolla... ) sobre la lectura en voz alta que me dispuse hace un mes a hacerlo, pero mis hijas resultaron desinteresadas ante mis propuestas, me decían: "¡no, ahora no queremos!".
Mi consejera y experta en el tema arriba nombrada me sugirió que dejara que ellas me pidieran solas!... yo pensé entre mi "no me lo van a pedir nunca". Lo único que les dije es que cuando tenían ganas me pidieran que yo les leía lo que ellas eligieran. La cuestión es que están pidiéndonos a todos que les leamos!. Y el broche de oro es que después juegan a leérse los libros una a la otra (nos divertimos mucho escuchándolas).



Vane, mi amiga, no pudo escapar de la lectura a libre demanda



7.3.09

Alta voluntaria

Gala Mora estuvimos internadas juntas en casa cuna dos días, la durmieron en mis brazos y despertó de la anestesia junto a mi. En este hospital no dejan irse a las mamás de al lado de sus hijos.


Hace unos días que tengo una lucha interna con un tema que me desvela: las internaciones.
Cuando parí a mi primer hija, inesperadamente terminamos en el hospital para el expulsivo (es decir que llegué con dilatación completa y ganas de pujar), yo me quería morir, la desilusión era tremenda, había soñado tantas veces con recibirla en casa... pero bueno, quizás la partera, quizás mi destino, quizás mis miedos, quizás la energía que me rodeaba... en fin, me vi parida y sola, con las piernas abiertas esperando que una tipa me "cure" (me arrojara yodo en la herida). Me sentía fracasada... pero ¿mi hija? ¿dónde estaba?. Una perfecta desconocida la tenía en brazos al rato de haber nacido, se me acercó con mi hija vestida por ella y me dijo: -"¿no te curaron todavía?"-, vino otra tipa que, muy indignada con sus compañeras, me "tiró" desinfectante en la vulva, me puso un apósito y me dijo que esperara (más todavía) que vinieran a buscarme para llevarme no sé donde. Esta otra que sostenía MI hija accedió a traerme una silla de ruedas que le pedí para irme sola hasta la cama con mi beba en mis brazos (ya que me había cansado de esperar). Cuando terminó su primera tetada Libe (la bebé), me paré y fui a la puerta de ese espantoso lugar a ver si veía a mi familia, a mi amor, a mi partera... los ví, me invadió la angustia de sentirme presa en ese lugar en el que todo está condicionado, todo es pedir permiso, todo es una espantosa involución de la humanidad.
Cuando llegué a otro lugar, supongamos que para recuperarme del parto, pudieron entrar todas las personas que estaban por mí (justo era la hora de visitas) entonces pude hablar con mi partera y decirle con desesperación: -"me quiero ir de acá"- y escuché lo que tendría que haber escuchado ni bien nació mi hija, o quizás antes de haber quedado embarazada o quizás desde que nací tendría que haber sabido que "si querés irte nadie puede retenerte, firmás el alta voluntaria (en el caso de que la haya) y te vas". Así fue como a la hora de ese comentaro estábamos felices en casa, me bañé, comí algo hecho por nosotros, llamé por teléfono... me abrasé a mi amor, tomé unos mates de mi madre, escuché el "trabajo de parto de los otros", etc, etc, etc.
Esto viene a cuenta de que no sabemos nuestros derechos a la hora de poner en manos de otros nuestra salud, es como que por el hecho de que ahí haya "profesionales de la salud" son mejores que nosotros para curarnos y recuperarnos!! (un gran disparate).
En uno de mis libros de cabecera "cómo criar un hijo sano...a pesar de su médico, escrito por el Dr. Mendelsohn" en el capítulo xx que se llama "El hospital: ¡donde van los pacientes a enfermarse!"; ya con el título engloba una idea BIEN CLARA de lo que ES un hospital (o clínica. es LO MISMO) y trata temas muy interesantes como el "impacto emocional de la hospitalización(...) para un pequeño, la mera separación de su madre y familia por cualquier período de tiempo, puede ser una experiencia traumática". Y da recomendaciones buenísimas para saber qué exigir al momento de que nos SUGIERAN que el bebé debe quedar internado.

5.3.09

Formación Docente en Pedagogía Waldorf

Yo tuve una corta pero HERMOSA experiencia con la escuela.La pedagogía waldorf está a favor de los niños. Sé que siempre hace falta maestros en este tipo de escuelas y si tengo que mandar a mis hijas a una escuela, seguro es waldorf(por ahora)

Instituto Superior de Formación Docente Perito Moreno

La Asociación Civil Educadora Sin Fines de Lucro Luz Del Sol, con gran alegría, les recuerda la apertura del Instituto Superior de Formación Docente Perito Moreno, para nivel inicial y primario, que comenzará en marzo de 2009. Nuestra propuesta reúne los fundamentos de la pedagogía Waldorf y los lineamientos de la formación docente requeridos actualmente en nuestro país.

Informaciones y consultas:
por mail: profesoradoperitomoreno@yahoo.con.ar
por teléfono: 156 128 3490, en el horario de 10:30 a 12:30 hs

Durante febrero y marzo está abierta la inscripción

Invitamos a una nueva charla de presentación general el día 19 de febrero, a las 10 hs., durante la cual introduciremos aspectos pedagógicos, económicos y organizativos. En las dos semanas siguientes se realizarán las entrevistas particulares.

Los esperamos

Cordialmente

El Equipo Docente de la escuela Perito Moreno

¡Gracias por difundir!

crecer sin escuela

lo siguiente es de mucho valor para mi, ya que reúne todos los puntos que son importantes para nosotros y la clara explicasión de por qué crecer sin escuela. Que bueno no estar solo...

BIPPAN (Artículo publicado en Boletín Crecer Sin Escuela número 14, enero 2004)

Cuando hablamos de la no-escolarizacion utilizamos distintos términos como: "escuela en casa", "educación en casa", "aprender en casa" o "crecer sin escuela". Empleamos estos conceptos como si fueran la misma cosa. Muchas veces, creo que lo hacemos sin pensar en lo que de verdad significan, y sin darnos cuenta que son conceptos muy diferentes.

Entonces ¿Qué significa "Escuela en casa"? La imagen que a la mayoría de nosotros nos viene a la mente suele ser, justamente, la de una escuela en la casa. En esta escuela se utilizarían los mismos libros de texto, se exigiría a los niños aprender determinadas materias, a determinadas edades y, en vez de profesores profesionales, los padres serían los que se ocuparían de la enseñanza de sus hijos. Muchas veces, sólo conocemos este modelo y, por esta razón, lo utilizamos cuando comenzamos nuestra andadura como padres de niños no-escolarizados.

Pero, bastante pronto, los padres solemos llegar a la conclusión de que esto de la escuela en casa no funciona, porque, realmente, no queríamos la escuela, ni siquiera la escuela en casa. Entonces optamos por la "educación en casa". Es educación, no escuela. Y la palabra educación es mucho más amplia: puede ser una educación muy diferente a la de la escuela. Son los padres, y no la escuela, quienes deciden qué valores y qué conocimientos desean para sus hijos y la educación resulta más flexible e individualizada.

En la escuela, es el plan de estudios y los profesores quienes deciden lo que los niños tienen que aprender, cómo lo tienen que aprender, con quién, con qué y cuándo. Consideran que el niño es como una taza vacía, que hay que llenar de conocimientos, y que hay que educar para que sea un ser sociable. Educación o escuela en casa parten del mismo concepto, con la diferencia de que, en casa, el niño tiene más libertad de decidir cómo quiere aprender, su educación es más individualizada y hay que dedicar mucho menos tiempo a las tareas "escolares". Pero son los adultos quienes deciden lo que hay que aprender y cuándo.

A muchos de nosotros tampoco nos gusta la idea de "educar en casa" y preferimos llamarlo "aprender en casa", que es otra cosa completamente diferente. Aquí el niño, el que aprende, es el sujeto. Aprender es lo importante, y aprender puedes hacerlo sin que nadie te enseñe, y puede ser el mismo niño quien decide lo que quiere aprender, cómo y cuándo. Parte de una filosofía diferente sobre el aprendizaje y sobre la vida. El niño es como una planta pequeña, que crecerá hasta llegar a ser un árbol. Uno será un manzano, otra una palmera, otro un castaño... El papel de los que están a su alrededor es darles el espacio suficiente para poder crecer y desarrollarse a su manera y según su potencial.

El concepto "aprender en casa" tiene una limitación y nosotros hemos preferido llamarlo "crecer sin escuela". Y lo hemos hecho porque tampoco queríamos limitarlo a la casa, ya que no se aprende únicamente en casa. Aprender es algo que hacemos siempre, en todos los sitios, a todas las horas del día, de forma individual y a todas las edades.

En nuestra sociedad se piensa que para aprender algo, esto debe ser enseñado, por lo menos a partir de los 6 años. Porque, los niños pequeños aprenden muchísimas cosas sin que se las enseñemos. Creo que estamos de acuerdo en esto, pero, cuando llegan a los 6 años les enviamos a la escuela y les tratamos como si hubieran perdido esa capacidad de aprender por sí mismos y necesitaran ser enseñados para poder aprender las cosas.

Cuando son pequeños aprenden a hablar, que es una cosa complicadísima. Hablar es mucho más que usar la boca y la lengua para hacer distintos sonidos. Luego tienen que aprender el idioma, que no es tarea fácil, lo puedo garantizar yo misma que he aprendido el castellano siendo adulta, y todavía me queda mucho para hablarlo bien. No enseñamos a nuestros hijos a hablar, simplemente hablamos con ellos y hablamos entre nosotros ¡Creo que nadie habla con sus hijos para enseñarles a hablar! Hablamos con ellos porque estamos enamorados de ellos y hablar es una parte de la comunicación que tenemos con ellos.

Aprender a andar es también un proceso muy complejo, como podrían contarnos las personas adultas que han tenido que aprender de nuevo a andar después de un accidente. Pero los pequeños lo hacen solos.

También aprenden un montón de otras cosas, porque la esencia de la naturaleza humana es ser curioso, querer saber cómo funcionan las cosas, querer entender el mundo a tu alrededor. Quieren explorar el mundo, quieren dominarlo y quieren cambiarlo.

Los niños dedican bastante tiempo a observar. Nos observan a nosotros, los adultos, y nos imitan. Observan la naturaleza y todo lo que hay en su alrededor. Lo van tocando, probando, para ver lo que sucede. Preguntan, piensan, preguntan de nuevo, prueban de nuevo y, entonces reflexionan, hacen otra cosa y vuelven a preguntar. Cada cual a su ritmo. Y a su manera.

Los que tenemos varios hijos sabemos que lo que le interesa a uno no le interesa al otro. Uno se despierta temprano y con mucha energía y el otro prefiere quedarse en la cama hasta muy tarde y tiene más energía por la noche. Preguntan cosas diferentes, sus reflexiones son diferentes.

Aprender a leer por ejemplo: Si les dejamos, podemos ver que cada niño busca su propio método. Algunos aprenden mientras les leen, memorizan las historias y, al fin las leen. Otros aprenden con las cajas de los cereales, los carteles de la calle... Algunos aprenden los sonidos de las letras, otros de las sílabas, otros de palabras completas. Hay niños que aprenden a leer a los 4 años por sí mismos y otros a los 12 años.

Y aprenden a andar. Cada uno lo hace cuando está listo para hacerlo. Algunos antes de un año, otros al año y medio, incluso más tarde. Hay una tendencia en nuestra sociedad a pensar que es mejor aprender pronto a andar, a hablar, a comer solo, a dejar los pañales, etc. Pero en general se entiende que es algo individual y que no pasa nada si uno tarda un poco más que otro.

Pero cuando el niño llega a la edad escolar, se acaba esto. En la escuela se piensa que los niños, a una cierta edad tienen que saber ciertas cosas. En las familias con niños no escolarizados hay más flexibilidad, no es tan estricto, pero también allí sucede que los padres se ponen nerviosos cuando el niño de 9 años todavía no sabe leer.

En nuestra sociedad se sobrevalora el aprendizaje intelectual, y un aprendizaje intelectual a una edad temprana. Como nosotros, padres y madres que dejamos a nuestros hijos crecer sin escuela, hemos ido a la escuela, hemos mamado esta manera de pensar y, a veces nos cuesta aceptar que nuestros hijos pasen todo el día jugando, y jugando, y jugando... en el fondo, nos pondríamos más contentos si se sentaran con un libro.

Pero, su juego es importante, es serio, muy serio. Allí no deberíamos meternos, si ellos no lo piden, porque el riesgo es que lo vamos a estropear, que queramos hacer algo más "educativo". Lo mejor es simplemente observar. Observar cómo hacen sus propias reglas y normas. Observar como focalizan toda su atención en la tarea que tienen entre manos, sin importarles las limitaciones, sin prisa. Observar que, mientras están jugando, están demasiado ocupados para comer o descansar.

Hay niños que pasan todo el día jugando con el Lego, construyendo máquinas, vehículos, edificios, a veces mirando las instrucciones para construir alguna cosa, otras veces inventándolo. Así pasan horas y horas, días y días. Mi hija, pasaba días, semanas, incluso meses preparando una coreografía para "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi. Otra niña se pasa el día pintando. Otro niño jugando al fútbol o cocinando. Todos los días, durante años.

No están haciendo trabajo escolar, pero tienen la posibilidad de dar todo de sí mismos, en aquello que les interesa, y cuando sean adultos pueden hacer lo mismo, porque han aprendido a concentrarse en algo y no dejarlo escapar. Han aprendido el valor de la libertad de perseguir sus propios intereses y han sido felices. Los intereses normalmente cambian, pero siempre pondrán el mismo interés y esfuerzo en cualquier cosa que hagan.

Si los niños hacen estas cosas cuando tienen 4 ó 5 años, todos lo vemos bien. Pero, cuando tienen 10 ó 15 años, seguramente escucharemos a la gente quejarse diciendo que les dejamos demasiado libres, y que como los niños por naturaleza son vagos, siempre van a hacer lo que es más fácil y nunca van a aprender lo que hay que aprender (las cosas que se aprenden en el colegio). ¿Son vagos los niños? Los niños que están forzados a hacer cosas que no les interesan y que no tienen sentido para ellos, se pueden resistir e intentar todo para no tener que hacerlo. Tal vez es esto lo que se interpreta como "ser vagos". Pero yo lo llamaría estar de huelga, que es otra cosa. Y si observamos a los niños cuando están haciendo lo que les interesa, lo que menos se puede decir es que son vagos. Si observamos un niño pequeño que está intentando andar, para nada es vago. Sería mucho más cómodo seguir tumbado, en vez de luchar para ponerse de pie, caer y levantarse de nuevo, caer de nuevo, hacerse daño, intentar de nuevo, etc. En sus juegos, los niños no son vagos, muchas veces intentan justamente lo que es difícil, lo que requiere mucho esfuerzo, lo que es un reto.

El otro día estaba recogiendo castañas con mi hija. Yo cogía solamente las que ya estaban fuera de la cáscara, pero ella se empeñó en recoger las que todavía estaban dentro de una cáscara cerrada, inventando varias maneras de hacerlo, investigando las cáscaras por fuera y por dentro y pinchándose mucho. Quien eligió lo fácil fui yo, no ella. Y si, en vez de querer cambiar la manera en que los niños hacen lo que hacen, les observamos podemos ver que de vagos nada.

Cuando los niños tienen la libertad de crecer sin escuela, no piensan que esto es matemáticas, esto es lenguaje, esto es ciencias. Su vida no está dividida en asignaturas. Muchas veces, ni se dan cuenta que están aprendiendo, porque no es su meta. Quieren saber algo, no quieren aprender por aprender. Hemos tenido muchos periodistas en casa, y una pregunta típica a mis hijos fue "¿Cómo aprendes en casa?" Mis hijos ponían unas caras de tontos, diciendo que no, no aprendían nada. "¿Pero qué hacéis en casa todo el día?" "Dormimos mucho, comemos bien y lo pasamos bien", contestaban. Al principio me daba vergüenza, y para la próxima entrevista trataba de enseñarles cómo explicar lo que hacían en casa, en términos de aprendizaje. No funcionó. Ponían igual cara de no entender la pregunta. Y hoy día, se lo agradezco, porque he aprendido que, para ellos, esta terminología no significaba nada, ellos no estaban aprendiendo en casa, estaban simplemente viviendo sus vidas felices. Aprendí que nos tocaba a nosotros, los padres, traducir a los demás lo que hacían nuestros hijos, en términos que los demás podían entender: historia, geografía, matemáticas, etc.

Cuando los niños aprenden libremente, no se puede evaluar su proceso desde fuera, no se puede hacer exámenes cada año para ver si se desarrollan según su edad. No necesitan evaluaciones de fuera, ellos establecen sus propias metas, tienen sus propios patrones de medida y no están luchando por la aprobación de los adultos. Sería completamente contraproducente presionarles a producir algo para tranquilizar o otros (padres,vecinos, abuelos, asistentes sociales...) Como el desarrollo es tan individual y los intereses también, simplemente no se puede medir. El otro día vi a un señor mayor subir el Mulhacén, y pude ver su cara de contento, porque logró hacer algo que era un reto para él, y no necesitaba ninguna aprobación de nadie. Eso me recordaba lo que tantísimas veces he visto: esas caras tan contentas en los niños que han podido hacer algo que llevaban tiempo intentando hacer (andar tres pasos, construir una caja, hacer una tarta, multiplicar 8 por 8, tocar una pieza difícil en su instrumento, etc.).

¿Cuál es nuestro papel como padres? Dejar a nuestros hijos vivir sus propias vidas, dejarles libres para utilizar sus mentes, para pensar sus propios pensamientos, no significa abandonarles, significa estar mucho con ellos, responder sus preguntas, dar nuestras opiniones, hablar con ellos, proporcionar herramientas y oportunidades cuando son requeridas. Y creo que esto se facilita si los padres tienen una vida interesante, con ganas de aprender y desarrollarse, y están allí cuando a los niños les hace falta algo. La verdad es que todo es bastante fácil cuando, al fin, podemos liberarnos de la manía de educar a los niños. El proceso de liberarse de esta manía a veces es largo y duro. Yo todavía estoy en ello.

Cuando los niños tienen la libertad de poder dedicarse a sus intereses, disponer de su día libremente, hacer las preguntas que surgen de su interior, no hacer nada cuando les da la gana; cuando pueden estar con personas de todas las edades y también estar solos, aprenden. Aprenden solos, de otros, de los libros, de sus errores, de los fracasos, crecen como personas. Viviendo en este mundo, inevitablemente van a aprender a leer, escribir y contar, de esto no tenemos que preocuparnos. Y como adultos van a ser felices, entusiastas, tolerantes, confiados en sí mismos, flexibles, creativos, individualmente distintos, personas que sabrán cuáles son sus talentos e intereses y que disfrutarán desarrollándolos.

3.3.09

Ecología mágica.

Mi hija Libe los otros días me preguntaba(mientras hacía lo segundo):-"¿dónde va la caca má?"-,-esta de acá, de nosotros va por unos tubos hasta un gran pozo en donde se licua un poco y después pasa a otro pozo que está en la puerta de casa(pozo ciego).otro día, estando en la puerta de casa vio la tapa del pozo ciego y me dijo:-"esta es la tapa del pozo, no?"-,-sí hija, es esta la tapa-,-¿y cómo sale de acá la caca?-,-viene un camión que pone una manguera y absorbe la caca que ya está líquida y se la lleva-,-"¡toda la caca!...¿y dónde la tira??"-...me dio mucha vergüenza darle la triste respuesta de que la caca y pis iban al río...-la tiran al río hija-.No creo que tenga palabras para reproducir LA CARA que puso Libe cuando escuchó semejante DESASTRE HUMANO.Lo peor es que hasta escribiendo noto que no me hago cargo, debería haber escrito:la tiramos al río.Quedé mal.Con la sensación de estar sembrando en mis hijas ciertas semillas de la incoherencia que mamé de este mundo.
Después nos colgamos charlando del baño mágico que haríamos junto a papi cuando terminara la temporada de trabajo;esa magia que convierte la caca en tierra y el pis en fertilizante para plantitas(su cara estaba sonriente):-)

1.3.09

que los cumplas feliz...

Nada estimula más a Libe que "festejar", armar una fiesta, agasajar a alguien.Puede estar todo un día con el tema.Se le ocurren ideas maravillosas.Estoy muy segura que tiene mucho que ver el hecho de que no tenemos muchas fiestas, ni le hicimos grandes cumples...tiene bastante intacta su imaginación con respecto a lo que ES en sí una fiesta;lo que más me gusta es cuando elije . Para su último cumple eligió que ella no quería una TORTA(esas de cumpleaños)porque "no me gustan mamá, yo quiero un budín"(torta con algarroba) así que muy felizmente se dispuso a elaborarlo junto a su hermana(a la que algunas cosas le dejó hacer) su torta de cumple
y sí, en este caso debo decir más que nunca que era suya.