7.3.09

Alta voluntaria

Gala Mora estuvimos internadas juntas en casa cuna dos días, la durmieron en mis brazos y despertó de la anestesia junto a mi. En este hospital no dejan irse a las mamás de al lado de sus hijos.


Hace unos días que tengo una lucha interna con un tema que me desvela: las internaciones.
Cuando parí a mi primer hija, inesperadamente terminamos en el hospital para el expulsivo (es decir que llegué con dilatación completa y ganas de pujar), yo me quería morir, la desilusión era tremenda, había soñado tantas veces con recibirla en casa... pero bueno, quizás la partera, quizás mi destino, quizás mis miedos, quizás la energía que me rodeaba... en fin, me vi parida y sola, con las piernas abiertas esperando que una tipa me "cure" (me arrojara yodo en la herida). Me sentía fracasada... pero ¿mi hija? ¿dónde estaba?. Una perfecta desconocida la tenía en brazos al rato de haber nacido, se me acercó con mi hija vestida por ella y me dijo: -"¿no te curaron todavía?"-, vino otra tipa que, muy indignada con sus compañeras, me "tiró" desinfectante en la vulva, me puso un apósito y me dijo que esperara (más todavía) que vinieran a buscarme para llevarme no sé donde. Esta otra que sostenía MI hija accedió a traerme una silla de ruedas que le pedí para irme sola hasta la cama con mi beba en mis brazos (ya que me había cansado de esperar). Cuando terminó su primera tetada Libe (la bebé), me paré y fui a la puerta de ese espantoso lugar a ver si veía a mi familia, a mi amor, a mi partera... los ví, me invadió la angustia de sentirme presa en ese lugar en el que todo está condicionado, todo es pedir permiso, todo es una espantosa involución de la humanidad.
Cuando llegué a otro lugar, supongamos que para recuperarme del parto, pudieron entrar todas las personas que estaban por mí (justo era la hora de visitas) entonces pude hablar con mi partera y decirle con desesperación: -"me quiero ir de acá"- y escuché lo que tendría que haber escuchado ni bien nació mi hija, o quizás antes de haber quedado embarazada o quizás desde que nací tendría que haber sabido que "si querés irte nadie puede retenerte, firmás el alta voluntaria (en el caso de que la haya) y te vas". Así fue como a la hora de ese comentaro estábamos felices en casa, me bañé, comí algo hecho por nosotros, llamé por teléfono... me abrasé a mi amor, tomé unos mates de mi madre, escuché el "trabajo de parto de los otros", etc, etc, etc.
Esto viene a cuenta de que no sabemos nuestros derechos a la hora de poner en manos de otros nuestra salud, es como que por el hecho de que ahí haya "profesionales de la salud" son mejores que nosotros para curarnos y recuperarnos!! (un gran disparate).
En uno de mis libros de cabecera "cómo criar un hijo sano...a pesar de su médico, escrito por el Dr. Mendelsohn" en el capítulo xx que se llama "El hospital: ¡donde van los pacientes a enfermarse!"; ya con el título engloba una idea BIEN CLARA de lo que ES un hospital (o clínica. es LO MISMO) y trata temas muy interesantes como el "impacto emocional de la hospitalización(...) para un pequeño, la mera separación de su madre y familia por cualquier período de tiempo, puede ser una experiencia traumática". Y da recomendaciones buenísimas para saber qué exigir al momento de que nos SUGIERAN que el bebé debe quedar internado.

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